Planes de recuperación, refuerzo, incluso nacionalizaciones de grandes bancos, medidas de apoyo al consumo, ayudas públicas a las industrias estratégicas, proyectos de reformas del sistema financiero internacional hacia una mayor reglamentación... ¿Regresa el Estado tras un largo eclipse ?
La intervención pública, antes despreciada, ahora es abiertamente bienvenida, celebrada, adornada con todas las virtudes por aquellos mismos que hace poco aclamaban su retirada en nombre de la globalización “feliz” y de la absoluta confianza en las capacidades del “mercado autorregulador” para lograr el crecimiento y producir bienestar.